TVR es, lo he dicho, el programa de la TV abierta que me siento a ver. "El programa", digo, porque es el único. Previo a ese quiebre, lo esperaba todos los sábados (por un tiempo los domingos que era cuando lo pasaban). Ya no tanto. Me pierdo el arranque sin problemas. Ya sé lo que hay ahí.
Sigue siendo, de todos modos, el mejor de los programas 'masivos'. O el menos peor al menos.
Hoy (1º de setiembre, 2008) La Diaria publica una entrevista de Verónica Fernández Damonte a Gabriel Schultz y Sebastián Wainraich, los conductores de TVR.
Algunos fragmentos merecen reflexiones en voz alta, otros a gritos.
Un tiempo atrás sí, e incluso a veces sigue pasando, los informes "contenían ideología", tal como indica Schultz. Ya no. Antes un informe desnudaba lo más deplorable de los "valores TV", utilizando para ello imágenes de Bailando, Patinando, Cantando, etc.. Ahora los informes son, por ejemplo, "La Tota vs Vives", y sobre ese eje rotan.
No sé si da para comentar mucho. Sólo apuntar que una semana después del 'cambio de posición', comenzaron a salir informes acusando a CQC de tener al 'vocero oficial de Kristina". Tardísimo.
Es decir: no hay intención de formar opinión (para lo cual alcanzaría con 'ayudar a razonar'), pero sí "se muestra una mirada crítica de la realidad", además de que los informes "contienen ideología" y pretenden "mejoras en el contexto público".
Tal vez no daba para la pregunta, no sé. Lo que sí se me ocurre es que las respuestas son un mar de contradicciones, y que la contestación inmediata era: "porque en Uruguay miran televisión argentina tanto o más que acá".
"Creo que hay muchas cosas en cómún entre uruguayos y argentinos", dice Schultz. Si, claro.
Leonardo Haberkorn lo explica demasiado bien en "Hoy estoy raro y no entiendo por qué":
"...hay gente que se ofende cuando los argentinos nos tratan como una provincia. ¿Pero acaso no es ése el mensaje que transmite la forma de actuar de nuestros medios de comunicación más masivos? La televisión brasileña une al Brasil de punta a punta: le dice al gaúcho que toma mate amargo muriéndose de frío en Bagé y al negro que cree en los orixás y cocina con aceite de palma en el calor sofocante de Bahía, que los dos son parte de un mismo país. La televisión uruguaya nos dice: somos una provincia de Buenos Aires".