"Controlar el papel es controlar la información", dice el texto de una 'solicitada' de los grupos argentinos Clarín y La Nación. A través de ésta denuncian la intención del gobierno de quedarse con Papel Prensa, la empresa de la cual ambos son los principales accionistas.
Nunca, o no recuerdo que me haya sucedido antes, un asunto de estas características en Argentina me había atraído tanto. Pararse frente a él exige hacer esfuerzos para mantenerse por fuera de una lógica que parece obligatoria en esas latitudes: ponerse de un lado u otro; ser de un bando o del otro; en la medida que más áspero se torna el ambiente más hacia un extremo pararse, jugar más a favor del medio del cual se es empleado, más insoportablemente oficialista se torna 6-7-8, más reaccionarios y poco creíbles se vuelven los principales medios (controlados más o menos por las mismas manos).
"Controlar el papel es controlar la información". Es difícil no creer que el gobierno de los Kirchner no quiera controlar la información. Casi tan difícil como les ha sido desmentir a estos grupos económicos que la venta de Papel Prensa se hizo bajo amenazas a la viuda de David Graiver y con la complicidad de la dictadura, en una operación de la cual es directo responsable el director de Clarín.
Me baso en EFE: "Papel Prensa acapara el 75% del consumo doméstico de papel para periódicos, mientras que el resto proviene de la importación. (...) ..según la representante del gobierno en Papel Prensa, los diarios competidores de Clarín y La Nación han sido obligados a importar papel a precios hasta un 50% mayores. La funcionaria aseguró además que Papel Prensa vendió el producto a Clarín y La Nación "por debajo del costo de producción", lo que les confirió a estos una "ventaja competitiva" que les permitió crecer "en forma exponencial"...".
"Controlar el papel es controlar la información", dice el texto de la 'solicitada' de Clarín y La Nación; ellos lo saben más que nadie.
domingo, 29 de agosto de 2010
Suscribirse a:
Entradas (Atom)