El socio mayoritario es venezolano, aunque el más fuerte es el
chino. Pero hay también un italiano, e incluso un mexicano. Y no son los
únicos. El consorcio que cerró el negocio con el grupo angoleño que hasta 2010
estuvo operando el Frigorífico Florida, se conformó previo a esta transacción,
pero no sólo para ella. “Éste es el comienzo”, explicaron fuentes cercanas. Por
ende sólo se le puede atribuir esta actividad. No hay registros de otra, ni en el
mercado cárnico ni en giro alguno. Pero sus integrantes sí. Tienen una amplia
participación en inversiones de las más diversas áreas: ganadería, agricultura,
turismo, metal, transporte pesado, telecomunicaciones y hasta aeronáutica. Están
presentes en buena parte de las américas, pero también en Europa del Este, Asia
y África.
Más de quince personas había frente a la mesa el lunes a la
noche, cuando se cerró el negocio en unos 8 millones de dólares. Carlos
Carneiro estaba allí. Había asesores jurídicos, financieros, operadores inmobiliarios
y los propios titulares del consorcio, aunque se ausentaba el de origen chino. El
acuerdo no fue exclusivamente por la planta. Lo que se vendió fue el
establecimiento comercial, el paquete accionario, por lo cual si se sortean las
etapas legales, el frigorífico reabrirá como Clademar, tal como cerró.
Mercados: Venezuela y China
La planta será entregada recién en febrero de 2014, por lo
cual recién allí comenzará la readecuación de la misma, las tareas de mantenimiento,
la búsqueda de la habilitación y la pretensión de las primeras inspecciones a
faenas de prueba, que se proyectan, en el mejor de los casos, para marzo. El
proyecto incluye ampliar la capacidad de frío y ampliar la playa de faena.
El primer escalón es el mercado interno, pero con un
objetivo claro en exportación, más allá de que puedan incorporarse otros:
cortes de calidad con destino a Venezuela, y de los otros hacia China, que se
está consolidando como el principal destino de la carne uruguaya.
Las faenas no serán sólo de ganado vacuno; también se prevé de
ovinos.
Agilizar los pagos
Juan Pablo Croce es el nombre del profesional uruguayo que
representará al consorcio de capitales extranjeros, que tiene entre sus
objetivos el mejorar en cuanto a la formalidad de los cumplimientos, respecto
al escenario que se había generado en la anterior etapa de Clademar. N tal
sentido, se apuntará a pagos contados, indicaron las fuentes consultadas.
Se explorarán convenios con gremiales, ofreciendo precios
preferenciales y diferentes ventajas comparativas, para atraer negocios que
permitan asegurarse faenas mínimas. En este campo jugará un rol neurálgico el
floridense Nelson Rodríguez Hunter, aunque la intención del consorcio es que en
las operaciones exista “plena apertura” hacia otros escritorios.