Luis Calachi denunció hoy que la DGI multiplicó por 50 el monto de lo que le venía pidiendo para llegar a un acuerdo en pro de regularizar la situación de Zona Franca Florida, quedando ahora como deuda "una cifra millonaria en dólares que supera el valor de la emperesa, imposible de afrontar y que implicaría el cierre de la misma".
Después de tres años de iniciadas las operaciones "Cristóbal Colón" y "Miami" (con foco en Zonamérica la primera y en Zana Franca Florida la segunda), que según la Dirección General Impositiva permitió constatar evasiones en el Impuesto a la Renta de Industria y Comercio (IRIC), el parque industrial de la calle Ituzaingó sigue estando entre ceja y ceja del organismo recaudador. En el medio han quedado varios enojos del propio Calachi con diarios locales por informar acerca de las inspecciones. Esto ha motivado incluso que en oportunidades titulares de tapa o directamente un diario entero haya desaparecido (por meses) de la servicial* lectura de las portadas que se hace de lunes a sábado después de la hora 9 (en el caso del recientemente reintegrado Cambios, me han afirmado que fue decisión del propio medio dejar de mandar el ejemplar de obsequio, tras escuchar enfadado al empresario atribuyéndole al impreso el referirse a las inspecciones de DGI como modo de bajarle la relevancia informativa a los procesamientos de ex represores que se registraban por esas horas. Calachi había hablado de la "amistad" del director de Cambios, Fernando Labandera Suárez, con los ex represores. Al día siguiente Labandera se defendió explicando que al momento del golpe de Estado él era un niño).
En medio de los tres años transcurridos también quedó una serie de intentos de acuerdo de la DGI sin resultado positivo.
Precisamente sobre esos intentos de acuerdo, Calachi denunció haber sido víctima de una actitud hostil de los inspectores de Impositiva, atribuyéndole a estos una serie de presiones para acordar algo que, según afirmó esta mañana, le haría pagar una suma por demás elevada cuando "nada se debe".
Sostuvo además que “no es cierto que Zona Franca Florida haya defraudado”, así como tampoco dificultado la labor de los inspectores de la DGI.
Calachi no contestó preguntas. Se limitó a un comunicado que leyó ante los micrófonos y no escatimó demostraciones de debilitamiento físico, como prolongadas exhalaciones con párpados caídos. Un fragmento del propio comunicado intentó justificar el amolamiento: entre los "múltiples perjuicios" causados por la operación Miami, "el peor de ellos" ha sido "el deterioro en la salud y estado emocional, tanto de mis socios y colaboradores como el mío".
* Lo de 'servicial' no es irónico. De hecho soy de los que escucho casi por rutina Exitorama de 9:05 a 9:15 para saber qué titularon los diarios locales.
miércoles, 12 de agosto de 2009
martes, 11 de agosto de 2009
En guerra, en campaña y tipeando
el abominable hombre de Los Aromos: No he visto la revista Bla de agosto, pero con el caramelo que dejó sobre la mesa Leonardo Haberkorn es difícil aguantar la tentación. En su blog, Haberkorn regala el primer bloque de un reportaje cuyo párrafo inicial deja con ganas de seguir y seguir: "Todas las mañanas bien temprano, aún en invierno, cuando llueve y hay helada, Julio Ribas sale al jardín de su casa en traje de baño, se para en el borde de la piscina y grita bien fuerte: «¡¡¡ESTOY EN GUEEERRAAA!!!». Luego se zambulle en las gélidas aguas. Silvana, su esposa, le pide que no lance esos alaridos, porque teme que los vecinos se quejen. Pero Ribas no le hace caso. Para él, todas las personas del mundo están en guerra, sólo que algunos tienen la valentía de asumirlo y otros no. Él lo asume".
celebrable: De los asuntos políticos locales, varias veces me he visto tentado a hacer comentarios mínimos, que al fin de cuentas terminan quedando en ideas. Uno de esos posts abortados que tengo aún rondando, aunque a esta altura ya vendría descontextualizado, es el de la injusta atribución a Gervasio Martínez de la caída de Alianza Nacional en Florida. Como el episodio ya fue superado, lo archivo en el tintero.
Por ser más reciente, no puedo evitar la referencia a la candidatura de Pablo Lanz a la IMF por la 22 del Partido Colorado. Quizás sea de las mejores noticias del año. Aunque le cuestione aspectos y no tenga en mente "acompañarlo", siempre he preferido subrayar de Pablo su postura y su discurso liberal lúcido y sólido, seña de identidad batllista de la que se venía privando la 22 con sus dos caras más conocidas. Lugar común pero efectivo: "aire fresco".
retorno: Después de un mes agitado, Gonzalo Perera salió de Antel y volvió a las tintas. Esta vez es en el diario La República, debutando en la contratapa del domingo.
Ya dije alguna vez por estos lares que el Perera de Voces me generó cierta devoción. El retorno vino más bien partidario, pero me hago la idea que -como en el fútbol- "con el rodaje" se parecerá a aquél, al cual -como a algunos otros (Jelen es uno, también lo he dicho)- le atribuyo el don de plagiar argumentos antes de que a uno se le ocurran.
martes, 4 de agosto de 2009
Quién dijo que todo está perdido
El escenario que quedó montado el domingo a la mañana a la altura del kilómetro 122,600 de la ruta 5 era escalofriante. A diferencia de lo ocurrido en el choque del 15 de enero de 2008, cuando un camión se llevó por delante una camioneta en la que viajaban dos familias, muriendo nueve personas, esta vez los cuerpos no salieron despedidos. Igual así, no resultaba menos dantesca. La escena estaba dentro del auto, y era de fácil alcance para los fotógrafos y camarógrafos: seis personas muertas, dos de ellas, niños. Los que asistieron esta vez a cubrir, eran todos floridenses. Las imágenes que mostraron los canales de alcance nacional, fueron tomadas por floridenses. Las fotos, también.
El panorama era el ideal para que Montecarlo, con su "si la nota mide bien la estiramos", le dedicara un informativo entero para vender a puro morbo. La escena parecía pedida por Crónica TV; era la peor posible.
Sin embargo, no vi más que algunos pelos (inevitables, por dónde estaba ese cuerpo), y una prenda que había quedada donde poco antes se alojaba un motor. Pese a que todo era propicio para demostrar el potencial periodístico del morbo, quienes fueron a cubrir aquello prefirieron renunciar a esa opción. Me reconforta, me enorgullece. Es lo que debería ser sin mayores planteamientos. Es lo que debería darse naturalmente, pero en épocas en las cuales para muchos periodistas es difícil plantarse ante el insistente pedido de editores, jefes de informativos, etc., es en parte un mérito.
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