El panorama era el ideal para que Montecarlo, con su "si la nota mide bien la estiramos", le dedicara un informativo entero para vender a puro morbo. La escena parecía pedida por Crónica TV; era la peor posible.
Sin embargo, no vi más que algunos pelos (inevitables, por dónde estaba ese cuerpo), y una prenda que había quedada donde poco antes se alojaba un motor. Pese a que todo era propicio para demostrar el potencial periodístico del morbo, quienes fueron a cubrir aquello prefirieron renunciar a esa opción. Me reconforta, me enorgullece. Es lo que debería ser sin mayores planteamientos. Es lo que debería darse naturalmente, pero en épocas en las cuales para muchos periodistas es difícil plantarse ante el insistente pedido de editores, jefes de informativos, etc., es en parte un mérito.