Jacqueline Dárdano terminará esta tarde el recorrido que comenzó a trazar tiempo atrás hacia tiendas blancas, cuando confirme en conferencia de prensa que apoyará la candidatura de Carlos Enciso a la Intendencia Municipal de Florida.
Escogiendo una serie de argumentos difícilmente refutables, la actual presidenta de la Junta Departamental emprendió una previsible pero igual así impactante retirada del FA, que la 62 celebra en un comunicado que anuncia además la conferencia que se llevará a cabo a la hora 16:30 en el Centro Democrático. Según la agrupación Manuel Oribe, el paso de Dárdano a filas blancas marca “un hito de gran trascendencia para la realidad departamental y la de todos nuestros con ciudadanos (sic, aunque se supone que quien redactó el comunicado quiso poner ‘conciudadanos’) en la medida y dimensión de las circunstancias y razones por las que tiene lugar".
No sé si "hito", pero es trascendente, sin lugar a dudas. Da para tirar un par de puntas, pero no da ahora ni el tiempo ni las ganas.
En medio de una tardía crisis vocacional, embarazada sin planificación por plazos de inscripción y hermosas esferas genitales, me vi envuelto sin proponérmelo en un brevísimo pero nutrido intercambio facebookeano, con dos contactos de esa red, acerca de un escuetísimo artículo que leí en Observa.com sobre cómo perjudica la atención Internet, sobre cómo se pierde la capacidad de leer y escribir textos extensos, y sobre la remodelación del funcionamiento del cerebro a causa de la sobrecarga de información y el pensamiento asociativo.
Como parto desde conocimiento cero, y como con esa excusa me puedo tomar la libertad de asociar lo que se me ocurra, metí en la mesa un par de cartas que iban más que nada a la sobrecarga de información, a la nuevas costumbres de saciar mucho con un clik, y por ende al terreno que gana el estímulo inmediato en TODAS las prácticas. Eso, supongo, remodela también el funcionamiento del cerebro; supongo.
Con todas esas excusas, contextualizado en estos últimos ítems, me alimento de Sandino Núñez y de su "Prohibido Pensar" (TVN, jueves a las 23:30 con repeticiones los viernes 20:30 y sábados 17:30), más concretamente en el primer programa del segundo ciclo, durante el cual se ocupó de "las consecuencias terribles de las nuevas tecnologías comunicativas".
Núñez entiende que se da una suerte de "ansiedad comunicativa", que "más nos comunicamos cuando menos tenemos para decir", y que no se podrá llenar "la estructura hueca de la tecnología" en este caso. Sucede que existe "una infinidad de canales, de posibilidades de expresión", que facilitan y estimulan el decir cosas "mucho antes que hubiera algo para decir, para expresar o comunicar".
Incluso el filósofo ata el primer cabo a la aldea global de la que hablaba Marshall McLuhan, fundamentalmente por "la violenta exteriorización de todo" a la que nos estamos sometiendo.
Copio y pego abiertamente algunos fragmenos del monólogo de Sandino Núñez en Prohibido Pensar (y me tomo el atrevimiento de destacar algunos pasajes en especial):
“Históricamente, las tecnologías informativas y comunicativas han funcionado de acuerdo ciertas prácticas y necesidades sociales. Pero en las últimas décadas, producto aberrante de las reglas del mercado libre, resulta que tenemos una mera virtualidad tecnológica abstracta, que luego obliga a la aparición de prácticas concretas.
No aparecerá una práctica que llene la estructura hueca de la tecnología. Lo que aparece es una altísima ritualización de la práctica social y de lo social en sí mismo. Las prácticas ya no tienen que ver con lo necesario, con lo razonable o con lo pertinente, sino con aquello que es posible hacer y que se va a convertir fatalmente en aquello que debemos hacer.
Ya no hay prácticas en absoluto, sino las formas huecas o convencionales de una práctica. Son formas estribilladas y repetitivas. Formas protocolares sin anclaje alguno en la razón, el deseo o la necesidad. Hay infinidad de canales, de posibilidades de expresión, de almacenamiento y de reutilización de frases y de imagen
Hay posibilidades de decir cosas mucho antes que hubiera algo para decir, algo que expresar o para comunicar. Existe el medio y la tecnología muchísimo antes de que aparezca la necesidad o la razón que expliquen su uso.
Ya no hay prácticas comunicativas. Hay solamente rituales o ceremonias de comunicación. Del tiempo sucesivo de las prácticas pasamos al tiempo obsesivo de los rituales y los simulacros".
(…)
"La consecuencia terrible de las nuevas tecnologías comunicativas no es solamente que el mundo se comunique incesantemente, sino que no tolere no comunicarse. Todo está atravesado por una especie de ansiedad comunicativa, de imperativo de la comunicación, y tanto más nos comunicamos cuanto menos tenemos para decir”.