"No sé si mandarte al abogado para hacerte un juicio o contratar a alguien para que te dé una paliza". Esas palabras fueron dirigidas a un periodista local la pasada semana, por publicar en el medio para el cual trabaja la noticia sobre la deuda de un millón y medio de dólares de la empresa Sepulca con consignatarios, transportistas y productores. Sepulca realizaba faenas en el frigorífico local.
El periodista prefiere no hablar demasiado sobre la amenaza que recibió, asegurando que pretende que pase desapercibido, como un hecho asilado.