
Pero lo que vi hoy me pegó. Para mí fue todo de golpe. Sentado por obligación en una silla de ruedas, claramente imposibilitado, sus manos 'tiradas' en sus rodillas y su cara que dice: 'no tengas lástima, porque me las arreglo'.
Intento arrancar con la entrevista. El periodista hace referencia a la necesidad de acercarle un vaso de refresco con un sorbete. Agrega otras imágenes. Me veo emocionalmente obligado a dejar de leer. Ya fue demasiado para un primer párrafo. Me paro y me voy.
Me hago las mismas preguntas estúpidas que uno se hace siempre en estos casos: ¿por qué en vez de él esto no me pasa a mí? Le dolería a varios menos. Tantas vidas de mierda que hay en el universo y se las tiene que aguantar Fontanarrosa. Es patético el azar.
Se me cruza la frase que alguna vez le escuché o le leí y que copio hasta el cansancio: "mi fracaso en el fútbol tiene dos explicaciones. Primero mi pierna derecha, segundo mi pierna izquierda".
Llegué y me puse a buscar algo un poco menos jodido sobre el negro. Encontré algo de revista Noticias de mediados de 2006 tal vez sea adecuado. Una entrevista en la que reconoce: "A veces digo: ¿cómo carajo puede ser que esté así, en silla de ruedas y no pueda ni caminar cuatro pasos? Llega un momento en que lo asumís".