jueves, 3 de septiembre de 2009

No es changa

Alberto Hernández le dio a su Revista Agropecuaria (CW33, La Nueva Radio) un eje temático el pasado 26 de agosto: las repercusiones, en las gremiales de productores, de la resolución del juez Ricardo Santana sobre hacer lugar a la opción de restablecimiento presentada por los abogados del peón de tambo Ebelio González, tras el despido que el trabajador atribuyó a represalias por estar organizando a similares para reclamar el cumplimiento de lo acordado en la negociación colectiva en cuanto a remuneraciones, una jornada laboral de 8 horas, y partidas especiales que tendrían que haber sido pagas.
Hernández abrió el juego con una entrevista a Francisco Crosa, padre del propietario del establecimiento del cual fue despedido González, y dio cabida más tarde al presidente de la Asociación Nacional de Productores de Leche, José Noel Alpuín, al director de Conaprole Wilson Cabrera, y al presidente de la Sociedad de Productores de Leche de Florida (SPLF), Héctor Javiel.

Busca este post aportar a entender el clima que generó la situación del despido y el restablecimiento, para leer las posibles consecuencias y posturas.

Crosa: "se va a complicar la tarea en el campo"
Para Francisco Crosa, padre de Francisco Javier (el empleador de Ebelio González), “de ahora en más va a ser muy difícil vivir” con el trabajador reestablecido. “Desde el momento en que fue despedido ya hubo bastante tirantez entre el patrón y el empleado, y a raíz de este juicio lógicamente que la situación se profundiza, y no sólo con el patrón. Va a haber tirantez con el empleado. Contra él fueron testigos todos sus compañeros de trabajo, incluido su hermano. Él va a convivir en una situación bastante desagradable para él mismo”, indicó.
Subrayó que un tambo “no es lo mismo a una fábrica, donde el empleado muchas veces no conoce al patrón. Acá es diferente porque no sólo conviven en el mismo predio, sino que el patrón tiene que trabajar con él”.
Ante un ejemplo manejado por Alberto Hernández, para quien “es lo mismo si se diera con una doméstica con cama. Pasaría la misma situación”, Francisco Crosa apuntó que si esa doméstica “estuviese sindicalizada no podía ser despedida. Es algo extraño. Todos los sindicalizados de ahora en más son buenos empleados, así que no se pueden despedir”, ironizó.
Para Crosa, la resolución judicial “no tuvo en cuenta a ningún testigo de la patronal, ni a los antecedentes de este trabajador, que fue despedido de más de un lugar. No se tuvieron en cuenta las declaraciones de ninguno de sus compañeros. Tampoco se tuvo en cuenta lo que aportó el patrón sobre por qué había sido despedido, que es que hacía tiempo que dejaba que desear en su trabajo”.
El productor entiende que “esto puede repicar en que gente que no es buena trabajadora se sindicalice y pueda por eso permanecer de por vida en el establecimiento. El que no esté sindicalizado puede ser dado de baja, pero el que esté sindicalizado, por más mal trabajador que sea, parece que no, que hay que convivir con ellos. De ahora en más, cuando se vaya a tomar alguien para trabajar, hay que pensar muy bien a quién toma, porque capaz que te traes un problema para tu casa. A partir de este antecedente se va a complicar mucho la tarea en el tambo”.

Alpuín: “un antecedente malísimo”
Según el presidente de la Asociación Nacional de Productores de Leche (ANPL), José Noel Alpuín, el reestablecimiento de González es “un antecedente malísimo” y “un golpe muy grande” para los tamberos. Primero porque en el escenario que quedó montado “no es fácil convivir”, ya que el productor lechero “está todo el día en el tambo”. “Puede haber roces, discusiones y algún otro tipo de problemática”, indicó Alpuín, para quien “lo que queda” es “apostar a la justicia”.
Entiende que es “un golpe muy grande” porque se darán “serios problemas” al haber delegados sindicales dentro de los tambos, que no suelen tener plantillas numerosas. “Si tenemos tres o cinco empleados y uno es delegado sindical, vamos a tener serios problemas de aquí en adelante”, señaló.
Alpuín también cuestionó el contenido de la ley 17.940, de libertad sindical, ya que en los procesos de elaboración de la misma, según sostiene, “no se entendió” que “los empleados de campo tienen otro régimen con respecto a las fábricas y el ambiente de ciudad. El patrón convive con los empleados todo el día. Se les da casa y se les da comida, y es importante tener una buena relación”, dijo. Frente al reestablecimiento tras un conflicto, “es difícil estar con alguien que se fuerza tener ahí todos los días y tratar con él”, señaló Alpuín, para quien “esto se está jugando fuerte políticamente”.

Cabrera: “atenerse a las consecuencias”
Wilson Cabrera, director de Conaprole, también fue consultado sobre el caso Crossa-González, en su caso durante el espacio que la cooperativa láctea tiene en el programa radial.
Cabrera indicó que la situación debía tener preocupado al propio peón, porque está “en un lugar donde no quiere trabajar”.
La medida de la Justicia “afecta al propio trabajador desde el punto de vista laboral”.
“Creo que la gente que lo está asesorando está equivocada por ese motivo. Se le está dando tanta trascendencia en lugar de poner los pies sobre la tierra, buscarle un trabajo al hombre en otro lado y que pudiese seguir trabajando tranquilo con su familia (…) creo que los quieren ayudar están perjudicando a las dos partes, sobre todo al trabajador”, indicó.
Asintió además la afirmación realizada por el conductor del programa: “de alguna manera lo condenan a no ocuparse nunca más en el sector”.
Cabrera dijo esperar una resolución judicial “favorable para las dos partes” involucradas en el caso. “Nunca se puede forzar una situación de este tipo, porque esto termina mal. Estoy seguro que esto no termina bien para ninguno de los dos. Sobre todo la gente de afuera que lo está asesorando al hombre. No sé si se atendrán a las consecuencias del resto de la vida de este hombre para tratar de encaminarle la situación laboral”, comentó.
Ante la consulta de Alberto Hernández sobre si es posible “un gremio en la lechería actual”, el director de la cooperativa láctea señaló que tanto “la participación de representantes en el ámbito gremial” como “incluso concesiones tales como el día libre para una asamblea”, son cosas “a las que no está acostumbrado el sector”.

Javiel: “una bomba de tiempo”
El cierre de la ronda lo hizo el presidente de la Sociedad de Productores de Leche (SPLF), Héctor Javiel, quien llamó al sector a estar “muy atento por lo que el antecedente significa”.
Si bien aclaró que “sigue creyendo en la justicia”, afirmó que la sentencia “estaría cambiando el relacionamiento y estaría cambiando un montón de cosas que andan bien y que no hay por qué introducirle modificaciones a forceps”.
El reestablecimiento de un peón tras un conflicto “es una bomba de tiempo”, dijo Javiel, ya que “cualquier chispa que pueda surgir, así sea una peleíta de dos niños, puede generar un problema imprevisible”.
Para el presidente de la SPLF, “no se tuvieron en cuenta las características especiales de convivencia que hay en un establecimiento lechero”.
Coincidió con Cabrera en que “se está perjudicando a las dos partes”, añadiendo incluso que “al trabajador se lo está usando”. Acá “lo que interesa es armar sindicatos para mantener estas situaciones. No nos olvidemos que hay gente que está exclusivamente para eso”, comentó.