sábado, 3 de mayo de 2008

Al fin y al cabo es un proyecto pedagógico

Este post me cuesta un poco más que el resto. Tengo que embocar la yema de mis dedos gordos en teclas que no alcanzan el centímetro cuadrado. Estoy escribiendo en una de las XO del Plan Ceibal. No lo hago por el simple hecho de hacerlo. Es un estúpido simbolismo por estar terminando un artículo que me encargaron hace algunas semanas sobre los cambios que notan padres y maestros en los niños desde que las laptops se pegaron a las manos de éstos.
Algunas conclusiones desde mi ignorancia: los escolares están mirando menos tele que cuando no tenían las PCs; se juntan al aire libre o en la casa de alguien no a 'hacer nada', sino a descargar juegos, navegar, etc.; parecen ser cada vez menos frecuentes las escenas en las cuales dicen no saber qué hacer; comparten y retransmiten cuanta cosa aprenden sobre la máquina, pero no ocurre exactamente lo mismo en cuanto a lo que aprenden con las máquinas; al tener que seleccionar (con la guía de la maestra) más de un material para abordar un tema marcado en clase, comienzan a analizar y a sacar sus propias conclusiones sobre las diferencias en datos e interpretaciones, lo que contrasta con la idea de la verdad única e inobjetable que nos transmitía EL libro utilizado para el año escolar; las computadoras no han afectado la asistencia a los clubes deportivos ni a los equipos de fútbol infantil; y, efectivamente, están leyendo más (como pocas veces se están leyendo entre ellos) y están escribiendo más, pero para nada lo están haciendo mejor.
El artículo es para la Revista de la Educación del Pueblo.